Los viajes sirven para cambiar el agua de la pecera.
Julio Cortázar

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Madrid (Diciembre de 2010)


Cierro el capítulo de viajes de 2010 yendo a Madrid. Ciudad manida y conocida por mi. Si no calculo mal, octava o novena vez que me adentro por allí. Madrid no me gusta tanto como debería. Mucho menos de lo que dicen. Sobrevalorada. Evidentemente aquí entra de lleno mi odio visceral hacia mucho de lo que allí hay. ¿Que gente buena habrá? Pues claro, pero mi espíritu localista me impide ver con buenos ojos la villa de Madrid. Tengo buenos amigos y buenos enemigos. Gran ciudad ante todo que multiplica las posibilidades del habitante y demanda un dineral por entrar en casi todas las discotecas.
Y fue un buen viaje. Vi al Gran Wyoming con su banda, bebí cerveza con tequila, comí comida basura, entré en clubs de striptease y alenté a mi equipo en el impresionante Santiago Cuernabeu. Gran estadio, feo por fuera y lamentablemente copado por personas deleznables en demasiados casos. Aunque sabía a lo que iba. No importó que insultaran a mi Sevilla de mi alma. Iba con el traje de sordo puesto a ver a los míos. Pero piques hubo. Siempre los hay. Fútbol es fútbol. Madrid en Madriz. Todo sigue igual por allí.

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