Viaje realizado gracias a motivos festivaleros. Furgoneta, colchón y tortilla. Un paseo por la región extremeña y la nación portuguesa con una flora y fauna ausente como viene siendo habitual en estos lares. Hablemos de algunos lugares.
Elvas
El lugar elegido para el desayuno fue su castillo. A las afueras del poblado y rodeado de gitanos y curiosos. Allí entre el viento y el mojo picón de los bocadillos hicimos la primera parada en suelo luso. La fortificación tenía unas figuras de soldados y guerreros a tamaño normal repartidas por el lugar como vigilantes inertes. El pueblo desde las almenas parecía bonito y pedregoso. No entramos y seguimos hacia la desembocadura del Tajo.
Oeiras
Pueblo costero donde se celebraba el evento y que en su camping quizás tenga la joya de su corona. Imagino que será un lugar tranquilo durante el año que se alterará por el festival y el verano.
Lisboa
Más o menos igual que la última vez, que fue hace más de una década. Lisboa es poca ciudad para ser llamada capital de un país entero. Tiene poco, aunque lo poco que tiene es bonito como la plaza donde está el caballo oxidado delante del gran arco. La verdad que poco más que esto vimos. Portugal tiene poco que ver, ¿no creen?
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