Los viajes sirven para cambiar el agua de la pecera.
Julio Cortázar

miércoles, 12 de octubre de 2011

Bélgica (Septiembre 2011)

*Cabe destacar el tiempo soleado y las grandes comilonas en todo tipo de establecimientos. Viajar sin tener que mirar la cuenta, cuenta mucho.
Gosselies: Pueblo fantasma con luces de clubes nocturnos. Calles cortadas que van a dar a la calle de los clubes y al hotel de carretera donde nos hospedamos. Informo que viajé en familia. Es decir. subvencionado. Hablo del hotel. Buena ubicación, mediocre cena y persianas ausentes.
Nivelles: Ciudad elegida para desayunar. Poco poblada, ordenada, amable. Gran desayuno en una de sus magníficas pastelerías. Fotos delante del típico castillo de piedras y sigue la ruta.
Brujas: Dos noches, tres días. Brujas es una gran ciudad. Un gran monumento con canales y caballos con pañales. Limpia y clara. Turísticamente perfecta. Gran pequeño hotel que nos acogió. Brujas es bonito incluso para no verlo. Para andar sin mirar o pararse y observar detenidamente. Europa es otra cosa. La amabilidad viene de serie en las personas y eso lo abarca todo.
Gante: La sorpresa previsible. Religiosa, acogedora y con un toque extraño familiar. Otro gran hotel, otra gran ciudad. Belgica se te abre como un cartucho de papas fritas esperando que lo mojes en curry, por ejemplo. Gante es una buena ciudad para el joven. Entretenida pero sin peligro. Todo dentro de un marco difícilmente comparable. Gante me gustó.
Waterloo: Imprevista en la hoja de ruta, sorprendió y dio el toque didáctico al viaje. Recuerdo que en Waterloo Napoleón perdió y dejó para los restos, un enclave turístico-belicoso imprescindible. Waterloo es guerra. Es tienda de souvenirs y explicación de la batalla. Tiene un monte con más de 200 escalones con un enorme e inservible león arriba. Yo lo subí, me mareé, vi la panoramica y baje ya malo para la vuelta a casa.

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